La verdad es que el escenario se prestaba para que, tras el lío de la votación secreta, pasados unos minutos después de que Jacques Rogge —que mal aspecto tiene este hombre, por cierto— anunciara nuestro descarte en la primera mano de los Juegos Olímpicos. Ese era el momento para que hubiesen salido Les Luthiers al escenario y entonado aquella de: “Perdimos, perdimos, perdimos… ¡otra vez!”. Al menos hubieran dado un toque de humor al desconcierto nacional. (more…)
↧